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CEDESEX suscribe comunicado de Tinta Violeta sobre Violencia Obstétrica



Prensa CEDESEX – Tinta Violeta (Caracas, Noviembre- 2021).- Como parte de la semana de activismo contra la violencia basada en género que asumimos en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, el Centro de Estudios de Derechos Sexuales y Reproductivos, CEDESEX, suscribe y apoya el Comunicado emitido por el Colectivo Feminista Tinta Violeta, “La Violencia Obstétrica Si Existe ¡Basta de violencia sobre nuestros cuerpos!” en el cual insta el cese de la violencia obstétrica que se manifiesta de múltiples formas y que afecta el derecho al proceso de gestación y parto sin violencia de nuestras mujeres venezolanas.

Compartimos parte del comunicado:

La violencia obstétrica en nuestro país es un fenómeno generalizado y sistemático, practicada tanto en los centros de salud públicos como privados y que afecta de manera desproporcionada a las mujeres y adolescentes en situación de pobreza. De ello da cuenta numerosísimos testimonios, aunque sabemos que la mayoría de estas traumáticas experiencias no son expuestas públicamente ni denunciadas; más bien son naturalizadas, justificadas por tecnicismos y protocolos médicos e incluso se atribuye a las víctimas la responsabilidad de sus consecuencias. En este sentido, se ha perpetuado una dinámica de poder donde se da una apropiación del cuerpo de las mujeres, generando experiencias negativas  en sus partos con consecuencias que afectan no solo su salud física sino mental, en muchos casos teniendo secuelas de por vida.

Las prácticas generalizadas como el ruleteo, el trato vejatorio, humillante y sexista por parte del personal de salud, forzar el parto en posición supina, la negativa a ofrecer información fidedigna y entendible, la administración de medicamentos sin el consentimiento libre e informado de las mujeres o adolescentes, impedir el apego oportuno con el recién nacido o recién nacida; así como las prácticas indiscriminadas de episiotomías, cesáreas, amniotomías, tactos y maniobras de Kristeller,  no solo son desaconsejadas por completo o restringidas a situaciones muy específicas, sino que han llegado a calificarse por órganos de derechos humanos de las Naciones Unidas como graves violaciones a los derechos humanos.

En efecto, las violencias obstétricas no solo menoscaban el derecho de las mujeres a vivir una vida libre de violencia, también tienen el potencial de vulnerar el derecho a la vida, a la salud, a su integridad física, psíquica y moral, a la intimidad, al libre desenvolvimiento de la personalidad y a no sufrir discriminación. Incluso, algunas prácticas han sido calificadas como formas de tratos crueles y de tortura.

En el contexto sobrevenido por la pandemia por Covid-19, estas prácticas se han agudizado y parecen aún más justificadas por la necesidad de atender a las personas afectadas por el virus. Sin embargo, no tenemos la menor duda de que estas violencias contra nuestros cuerpos tienen causas estructurales, cuya erradicación exige de políticas y acciones concienzudas y sistemáticas que con perspectiva de derechos humanos garanticen la dignidad de las mujeres y las adolescentes.

Accede al comunicado completo a través del siguiente link:

Tinta Violeta


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