Prensa CEDESEX (Enero 2021).- La despenalización del aborto es una tarea que en América Latina nos convoca cada vez con mayor fuerza.
El cierre del 2020 nos permitió ver con satisfacción como Argentina se alzaba como punta de lanza en una lucha que es de tod@s.
En Venezuela, mientras tanto se hace cada vez más palpable el retroceso que existe en esta materia, muestra de ello es la detención de la reconocida activista de Derechos Humanos, Vanesa Rosales quien fuera detenida el pasado 12 de octubre por apoyar a una niña de 13 años, víctima de violación sexual que quedó embarazada, mientras su agresor aún se encuentra en libertad.
Cedesex en sinergia con las organizaciones Faldas-r, Plataforma Comunicacional 5ta Ola, Colectivo Feminista Cimarrona y Mujeres por la Vida, suscribieron el comunicado “Desde el Feminismo Popular”, en el cual alzan su voz de protesta y solidaridad, al tiempo que instan a que se cumpla el debido proceso en dicho caso.
Estas acciones nos motivan además a convocar el desarrollo de un debate plural y libre de estigmatizaciones que nos permita dar el paso a un cambio legal en la materia, entendiendo que Venezuela cuenta con uno de los marcos normativos más restrictivos del Continente.
Comunicado:
DESDE EL FEMINISMO POPULAR
Alzamos nuestra voz en solidaridad con la madre que acompaña, la niña que abortó y Vannesa Rosales la luchadora social que está detenida hoy, reconociendo la valentía de estas tres ciudadanas, vecinas, hermanas, que se juntaron para interrumpir un embarazo !orzado en una niña que sobrevive a la violencia sexual.
En este momento histórico en que nuestros pueblos celebran que el congreso de la República Argentina haya reconocido la lucha feminista histórica por la autonomía Sexual y Reproductiva de nuestras hermanas niñas, adolescentes y mujeres, es oportuno recordar que en nuestro país el debate sobre la Interrupción voluntaria del embarazo ha sido aplazado constantemente mientras que las mujeres, Jóvenes y niñas se ven obligadas a someterse a abortos inseguros arriesgándose a complicaciones, secuelas o a perder la vida Hacemos un llamado a las autoridades competentes para que el sistema público de salud dé respuesta efectiva y eficaz a cada niña, adolescente y mujer cuya vida o salud se pone en riesgo Inminente.
En medio de un bloqueo económico y una pandemia señalamos la Inmoralidad de que fueran agredidas por el sistema policial y judicial una madre que apoyó la decisión de su hija de interrumpir un embarazo producto de la violencia y la activista que facilitó tos medios para conseguirlo. Como consecuencia, una adolescente en condiciones de vulnerabilidad y empobrecimiento ha sido retraumatizada y separada temporalmente de su madre, un violador está libre e impune y una compañera de las luchas comunitarias se mantiene detenida en la incertidumbre sin que se aplique para ella el debido proceso.
En los casos de violencia sexual no caben vacilaciones en la actuación del Estado y de todos los órganos y entes Involucrados, se trata de delitos que merecen nuestro mayor repudio y el sistema de justicia debe proceder con sanciones ejemplares demostrar su compromiso en el combate y erradicación de estos delitos que causan graves daños.
Hacemos un llamado a la empatía y al amor por las mujeres de nuestro pueblo: ¿podemos condenar a una madre por asegurar para su hija de trece años el aborto más seguro que estuvo a su alcance? Condenar a ambas mujeres es castigar la pobreza, tomar partido a favor de las condiciones materiales y legales que impiden a niñas, jóvenes y adultas de todo el país decidir sobre su reproducción, su cuerpo, su futuro.
Pedimos coherencia y protección de este Estado Bolivariano, de la revolución socialista feminista. Deseamos que estas tres mujeres sean cuidadas y acogidas por el poder popular y que se abandere su lucha por ser ésta valiente y necesaria
Clamamos por la liberación de Vannesa Rosales, que se retiren los cargos que se le lmpu1an a ella y a la señora madre de la niña que abortó, que desde et Estado se apoye con ayuda psicológica a la joven agredida sexualmente y que el violador sea detenido y procesado con la severidad que su crimen amerita.
¡En un país justo las niñas no son madres!